Livo: el Agente Inmobiliario que nunca duerme

En 2020, despidieron a mi papá.

Él era Director de Finanzas (CFO) de una empresa de fertilizantes en México que fue adquirida por PEMEX, que al poco tiempo despidió a la dirección para traer a su propio equipo directivo a bordo.

Una compra de empresas entre particulares requiere un due diligence extremo. Lo normal es contratar un par de despachos para la auditoría. Por tratarse de una compra hecha por una empresa de gobierno, se contrataron cinco despachos distintos.

El área financiera es la más revisada porque un pequeño error de números puede arruinar la confianza detrás de la operación y hasta el trato entero. Como Director de Finanzas, el encargado de proporcionar información a los cinco despachos era mi papá. Por lo mismo, sus últimos 12 meses en la empresa fueron los más estresantes de su vida.

Tras ello, con 54 años, sin trabajo, pero con la misma energía que lo hacen levantarse a las 4:30AM todos los días, decidió tomarse un tiempo para reflexionar qué seguía para él. Eso sí, retirarse nunca fue una opción.

La historia de mi padre

Al poco tiempo del despido mi papá nos contó en una cena familiar cómo hizo crecer el patrimonio de la familia invirtiendo en el sector inmobiliario y las dificultades en el camino.

Mi papá nació en Actopan, un pequeño pueblo a una hora de Pachuca, Hidalgo, en el corazón de una familia de clase media. Sin embargo, a sus 17 años, su papá (mi abuelo) sufrió un infarto que lo dejó hemipléjico (inmóvil de la mitad derecha de su cuerpo), y no pudo trabajar más, dejando a su familia sin sustento económico.

Mi papá, que quería estudiar una carrera profesional, tuvo que trabajar desde temprana edad para cubrir los gastos del hogar, aportar a los tratamientos médicos de su padre y pagar sus estudios universitarios.

Unos años y mucho esfuerzo después, conoció y se casó con mi mamá, y juntos pudieron dar el enganche para una pequeña casa… en 1994, el año de la crisis del peso mexicano.

Ese año, la moneda colapsó y las tasas de crédito hipotecario crecieron como la espuma. Muchas familias, incluyendo la mía, perdieron sus casas frente a los bancos.

Sin embargo, mis papás negociaron con el banco durante años y lograron recuperar su casa, la cual vendieron tras hacerle unas mejoras para lograr una pequeña utilidad.

Con ese dinero, construyeron una segunda casa, la cual también vendieron dos años después. Y así sucesivamente, repitieron la misma fórmula… ¡8 veces en 18 años!

Aunque mi papá siempre tuvo un trabajo de tiempo completo, disfrutaba del proceso de comprar, construir y vender sus casas. Con ello aprendió mucho sobre la industria. Por ejemplo:

  • Cómo identificar un buen terreno

  • Cómo solicitar un crédito hipotecario para construcción

  • Trámites notariales

  • Diseño y construcción

  • Proceso comercial

Tras esta plática, todos nos dimos cuenta de la pasión de mi papá y llegamos a la misma conclusión: su siguiente aventura sería dedicarse a bienes raíces de tiempo completo.

Explorando nuevos terrenos

Mi papá comenzó por buscar una ciudad tranquila para vivir en el país (pues vivía en CDMX y quería un cambio de aires), que tuviera potencial de crecimiento en bienes raíces.

Esto lo llevó a Mérida, Yucatán: una ciudad pasando por un increíble momento de inversión y atracción turística que detonó una alta demanda por desarrollos inmobiliarios.

Su primera impresión tras llegar fue que el centro histórico era hermoso, pero con muchas casas deterioradas, cayéndose a pedazos. Su experiencia le prendió el foco inmediatamente: comprar propiedades antiguas en el centro, remodelarlas y venderlas sería su negocio.

A principios del 2021 compró su primera casa, la remodeló y vendió en menos de 9 meses. Con esto validó la demanda por este tipo de propiedades. Ahora, había que invitar inversionistas para crecer el negocio.

Antes y después de una casa remodelada por My Merida House

Fue en el 2022 que me involucré como socio e inversionista. Comenzamos a crecer la presencia formal de la empresa en internet hasta bautizarla como My Merida House. En ese mismo año, logramos levantar capital para tres casas más.

Para crecer agresivamente, invertimos en anuncios de Meta para conseguir más leads y dirigirlos a una sola cuenta de WhatsApp. Pero fue ahí donde nos topamos con pared.

Leads de baja calidad: el problema de pautar bienes raíces

Con una modesta pauta, recibíamos 40 mensajes al día de personas que interactuaban con nuestra campaña. Esto es una bendición para cualquier negocio. Sin embargo, contestarle a todas las personas era una labor repetitiva y consumía la mitad de nuestro tiempo.

Había que enviarle a todos los mismos brochures y contestar las mismas 5 preguntas:

  • ¿Cuánto cuesta la casa?

  • ¿Dónde está ubicada?

  • ¿Ofrecen financiamiento?

  • ¿Se entrega con acabados?

  • ¿Pueden darme un tour por la casa?

Había otro problema: filtrar a los prospectos. Con nuestra pauta, llegaban personas sin interés real o que no estaban calificadas. Incluso, había personas que solo nos enviaban mensaje para insultarnos porque el precio de las casas les parecía caro. 😅

La gota que derramó el vaso fue cuando empezamos a recibir… fotos indecorosas en estos mensajes. ¿Conoces el término ‘packs’? Pues eso. 😅 (Y si no, ni lo busques 😓).

En un intento por simplificar la tarea de responder mensajes, creamos un machote que copiar y pegar con los prospectos. Sin embargo, enviar un texto genérico no era la experiencia que queríamos darle a nuestros clientes, especialmente si eran leads reales.

Sin embargo, operamos así por un tiempo, hasta que la situación se complicó: en 2025 teníamos ya cinco casas en construcción con cinco campañas diferentes para cada una.

Ya no podíamos enviar el mismo texto y brochure con un simple copy-paste. Teníamos que filtrar en qué casa estaba interesado el prospecto y brindarle la información correcta. Era tanta talacha y tomaba tanto tiempo, que pensamos en contratar a una persona para ayudarnos.

Sin embargo, antes de recurrir a otro par de manos, decidimos poner a prueba la tecnología.

Livo: El Agente Inmobiliario hecho con AI

Con ese dilema entre manos, se me ocurrió crear Livo: un chatbot entrenado con IA específicamente para la industria de bienes raíces.

Debo confesar algo: siempre he odiado los chatbots. Creo que perjudican a las empresas porque es frustrante interactuar con ellos y no suelen resolver las dudas de los clientes.

Sin embargo, también creo que con los avances en inteligencia artificial, existe la oportunidad de optimizar la experiencia. ChatGPT y Claude ya entienden tus preguntas y responden como si se tratara de una conversación real.

Justo así queríamos que se sintiera Livo. Así que lo conectamos con ChatGPT y lo entrenamos con las especificaciones de cada una de nuestras casas, incluyendo:

  • m2 de terreno y construcción

  • Precio

  • Ubicación

  • Distribución

  • Equipamiento y acabados

De ese modo, llegaran 40, 200, o los mensajes que fueran, Livo tendría la información necesaria para contestar cualquier pregunta de forma natural, a diferencia de como era antes, cuando los chatbots usaban respuestas predefinidas que resultaban en una experiencia frustrante para el cliente.

Livo revolucionará la industria por una sencilla razón: facilita escalar un negocio ya que puede brindar seguimiento continuo y de calidad a un número infinito de leads en una pauta.

Un ejemplo:

  • Supongamos que por cada $50 USD pautados por semana, generamos 50 leads al día en WhatsApp.

  • Con $500 USD por semana, tendríamos 500 leads al día. Es imposible que una o dos personas puedan contestar 500 mensajes al día. Ni siquiera Memo, el empleado omnipotente de CasaGrande.

Pero un Agente Inmobiliario hecho con AI como Livo sí puede.

Resolviendo el problema milenario de los vendedores

En el proceso de pautar en redes sociales, encontramos otros problemas que complican brindar atención de calidad para los leads. Entre nuestras conclusiones, están que…

  • …el 90% de los leads que recibimos no están realmente interesados en comprar.

  • …más del 50% de nuestros leads interactúan con nuestras campañas entre 9 y 11 PM. Por lo general, no hay vendedores que respondan a esa hora.

  • …es común que un agente de ventas olvide contestar ciertos mensajes por semanas y no dé seguimiento a los leads. Esto es dinero perdido.

Un agente inmobiliario hecho con AI como Livo no tiene estas carencias, pues…

  • …puede contestarle a 500, 1,000, o el número de personas que sea por día

  • …atiende el 100% de los mensajes, sean leads calificados o no

  • …da seguimiento diario a los clientes

  • …contesta mensajes 24/7, pues no se cansa ni necesita dormir

Lo más valioso es que hablar con Livo se siente como una conversación real gracias a los motores de AI. Su propósito es brindar un seguimiento diario hasta concretar una cita entre un lead con intención de compra real y un vendedor humano, cuya labor será intervenir en el proceso solo para cerrar el trato.

Por lo pronto, definimos un seguimiento diario durante 7 días. Después, se descarta el lead y Livo no continúa la conversación a menos que el lead vuelva a enviar un mensaje, para respetar la privacidad de los usuarios.

De trabajo duro a trabajo inteligente: El comienzo de una nueva era

Gracias al crecimiento del negocio, me mudé a Mérida en 2023 por un año, una etapa muy feliz porque pude convivir casi diario con mi papá. Gracias a esta cercanía, pude platicarle a detalle qué hago como programador y cómo funcionan la tecnología y la IA.

Él es contador de profesión, una profesión comúnmente ‘cuadrada’, donde las cosas se hacen de forma tradicional. Y aunque él en particular no le tiene miedo a la tecnología, tampoco es experto.

En una comida familiar, tras platicar dos horas sobre la última actualización de ChatGPT, me dijo algo que me mueve todos los días:

“Durante toda mi carrera profesional, el trabajo duro fue lo más importante. Largas horas en la oficina y arrastrar el lápiz. No había atajos.

Armando, tú y tu generación tienen una oportunidad que yo jamás imaginé. Ustedes pueden crear el mismo valor con una fracción del esfuerzo apoyados por la tecnología e IA.

No dejes pasar esta oportunidad.”

Mi papá invertía más de 4 horas al día contestando WhatsApp. Para él, no existían atajos: arrastrar los dedos para contestar preguntas de sus prospectos era la única forma de vender.

Cuando le enseñé un prototipo de Livo hace unos meses, su cara de asombro fue como la de alguien que descubre un tesoro.

“No lo puedo creer. Esto es justo lo que necesito. ¿Cuándo lo tienes listo? ¿Cómo le hiciste? ¿Cómo sabe de nuestros productos? ¿Qué más puede hacer?

No lo había visto tan emocionado desde los inicios de My Merida House en 2020.

Para mí, se cerró el círculo. Mi papá tuvo que trabajar arduamente para lograr lo que construyó (y sigue construyendo). Gracias a su historia y dedicación, siento una responsabilidad personal de llegar igual o más lejos. Solo que con AI, el resultado ahora puede ser 10 veces más grande por el mismo esfuerzo.

Por primera vez, le estoy ahorrando trabajo a mi papá mientras él obtiene un mejor resultado, sin necesidad de contratar más personas para resolverlo. Ésta es la cúspide del trabajo inteligente. Sin Livo y el AI, su forma tradicional de resolver el problema sería contratar vendedores para atender el WhatsApp.

Es increíble para mí ver que en una generación, él ha vivido el poder transformativo de la tecnología y la ha adoptado de primera mano. La inteligencia artificial para nosotros representa un cambio de paradigma completo y un proceso que nos ha unido más a mi papá y a mí.

En una edición futura te compartiré los avances y resultados del trabajo de Livo para My Merida House. Si te interesa utilizar Livo para tu empresa, comenta ‘Livo’ y conecta conmigo para agregarte a la lista de espera. 😉

Gracias por llegar hasta el final y nos leemos en la próxima edición.